El portero rojo Jaime Penedo, quien se ha convertido en uno de los pilares de su equipo, confiesa que lo apretado del torneo lo emociona, porque será una pelea digna en las últimas jornadas, las cuales quiere ganar.
A tres fechas de que finalice el campeonato, el arquero panameño dice estar satisfecho con lo que su equipo ha realizado y, aunque extraña mucho a su país y a su familia, lo reconfortan sus compañeros y el aprendizaje de cada día.
Jaime reconoce que la fortaleza para estar tranquilo y sonriendo durante los entrenos radica en Dios y en las manifestaciones que éste le da todos los días.
El miércoles recién pasado, tuvo una noche inspirada contra Xelajú, aunque asegura que no fue una revancha por lo vivido en el juego de ida en Quetzaltenango, cuando lo expulsaron. Penedo dice que llegó preparado.
“A veces, al arco llegan dos o tres veces y no se ve el trabajo, pero cuando son muchos los ataques, el arquero se vuelve figura, pero eso no depende de mí, sino de todo mi equipo”, comenta.
Penedo ha jugado 10.33 partidos, en 15 jornadas y sólo ha recibido siete goles, por lo que de continuar así podría pelear el título del menos vencido, algo que asegura no es su fin, porque su objetivo es salir campeón.
Pero el portero dice que para eso debe mejorar y ajustar cada detalle. “El partido contra Xelajú no fue perfecto, porque siempre hay que arreglar cosas, además yo no quiero ser figura de un partido, sino ser importante siempre para el equipo”, expresa.
El domingo (mañana) jugará contra Marquense y, como siempre, saldrá presionado para buscar su mejor actuación y evitar que su arco caiga; además deben cuidar el liderato, algo que —según confiesa— lo motiva.
“Volveré a salir fuerte, como un guerrero y a aprovechar, porque el fútbol es de momentos y nosotros estamos para más”, resaltó Jaime, quien repite que lo entusiasma que el torneo esté apretado, porque así se vive más intenso.
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