Vestido con lo último de la moda europea y con una sonrisa de felicidad, llegó anoche José Luis Garcés al país, procedente de Bulgaria, donde salió campeón con el CSKA Sofía.
"Amigos, cómo están", fueron sus palabras de introducción para saludar a la prensa. Luego le plantó un profundo beso a su esposa Siarys, a la que tenía más de tres meses sin ver, y después abrazó sus hijos Orlando, José Luis y Simao.
Tras darle un beso en la mejilla a su hermana y a su tía, quienes también fueron a recibirlo, el jugador se dirigió a los medios presentes en Tocumen.
"Llego en un momento bueno; he madurado, tengo experiencia y puedo aportarle muchas cosas a la selección", comentó José Luis, y agregó eso es gracias a la experiencia adquirida jugando en Uruguay, Portugal y Bulgaria.
Sobre la selección, puntualizó que siempre es especial defender los colores patrios.
"Lo hago por mi país", concluyó
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