Portar el nueve en cualquier equipo es sinónimo de responsabilidad, más si se tiene la etiqueta de refuerzo y la condición de ocupar una plaza de extranjero. Por ello, Blas Pérez es el primero en reconocer que llevar un gol en 10 partidos de ninguna forma le beneficia en su primer torneo en México, y menos es la cifra que tenía en mente a su arribo a los Tigres.
El ariete panameño, que brilló en la última Copa América con el Deportivo Cúcuta de Colombia, dijo este martes sentirse preocupado por la falta de contundencia, ya que no es algo que lo distinga a lo largo de su carrera.
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