Cuando corría el minuto 74 de acción en el partido entre Tigres e Indios, el abanderado pilló en fuera de lugar al panameño Blas Pérez; éste, al saber la marcación, hizo un gesto y ademán con el brazo en ofensa al silbante. Esto le costo al delantero ver su primer cartón rojo vestido de felino, por lo que después de la sanción de dos juegos, se arrepiente y pidió disculpas a sus compañeros por lo ocurrido. Blas argumentó que no sabía que el ademán en México es una ofensa, por lo que aclaró que en ese momento la frustración por no marcar gol lo llevo a explotar, admitiendo que es la primera vez en su carrera que lo echan de un juego por eso, siempre fue por alguna patadita de más. “Me siento mal, hablamos, le pedí disculpas al grupo, porque en realidad estamos en un momento clave para nosotros y salir con una expulsión en estos momentos, para uno como jugador es muy difícil”, expresó ayer Blas Pérez, al terminar el entrenamiento matutino. “Es la primera vez que me pasa en mi carrera, nunca me habían echado por algo así, siempre fue por meter alguna patadita a un rival o alguna jugada fuerte, pero no por eso”, añadió. El canalero admitió que le es duro aceptar estar fuera dos partidos, después de tener mucha continuidad con el equipo, y que tentativamente su regreso sería hasta el sábado 18 de octubre, cuando Tigres visite el estadio Tecnológico ante Rayados de Monterrey en lo que sería su segundo Derby Regiomontano, a lo que dijo “falta mucho para ese día, hablamos de eso (Clásico), cuando se acerque mejor”. “Me da dolor porque para nosotros son dos partidos muy importantes y no voy a estar con mis compañeros colaborando, son cosas que pasan en el futbol, uno estaba metido en el partido y de pronto hice ese gesto en un momento de rabia. “Por el gesto que hice él me saca, pero igual y pensé que era una sola fecha, ahora me dicen que son dos, esas son sanciones que a uno le ponen por esa clase de actitudes que uno tiene, esperemos que no vuelva a pasar, uno va aprendiendo de los golpes y éste es muy duro para mí”, admitió. El sábado después de la derrota, el entrenador felino Manolo Lapuente aseguró que hablaría fuerte con el jugador centroamericano para averiguar que sucedió en esa jugada, por lo que el delantero dijo que se molestó junto con el resto de sus compañeros. “Nada (regañó), me imagino que está molesto, debe estar molesto, tiene el derecho, no sólo él, también mis compañeros, están molestos por lo que hice”, finalizó.
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